domingo, 1 de mayo de 2011

UN PASO AL VACÍO...



"La mayor revolución en nuestra generación es el haber descubierto que los seres humanos, al cambiar las actitudes internas de su mente, pueden cambiar los aspectos exteriores de sus vidas"
William James (1842-1910)



Una de las curiosidades del devenir humano es el encuentro de niños que por una u otra razón, fueron separados de la sociedad y criados por animales... esto está documentado en casos ocurridos en India o Europa.

Lo más sorprendente, es que un niño que ha crecido fuera de su sociedad, no aprende a ser humano, al menos en el concepto que la mayoría de nosotros hemos aprendido.  Ni siquiera aprende a reír o a llorar. Se vuelve un ser inmediato, sin tiempo, sin agendas, sin preocupaciones por el orden y las prioridades.  Tal como las bestias, su único objetivo es sobrevivir... una cosa a la vez.

El inesperado experimento del azar hace caer la propuesta de Rousseau en su "Emilio".  Cada uno, en realidad, es un producto sociocultural. Por ejemplo, lo que conocemos como inteligencia emocional: inter e intrapersonal no existe para esos niños salvajes, como tampoco, para los animales o ni siquiera para algunos autistas.



Cabe entonces preguntarnos si seremos acaso individuos que reflejamos, por socialización, la voz colectiva de un constructo cultural. Nos dolemos como individuos del todo en el cual estamos inmersos.  El todo nos ha construido y a la vez, cada uno aporta a esa totalidad. El inconciente colectivo de Jung y cada uno una célula en sinapsis, creando e intercambiando conexiones insospechadas. 

El yo individual, el yo planetario, el yo universal.

Por lo tanto, la queja de lo que pasa fuera de nosotros, es tan solo un reflejo de lo que también pasa dentro de cada uno y viceversa.

¿Cómo cambiar entonces mi vida, la sociedad y el mundo?  A la vez, ¿cómo cambiar el mundo, la sociedad y mi vida?

Cambiando la vibración de mi mente... mis actitudes... mis elecciones... mis juicios apresurados...

Los apegos siempre causarán dolor y serán la frontera para dar el salto al vacío... Liberarse siempre será una posibilidad... Tal vez, la única. La puerta está en la mente de cada quien.

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